martes, 10 de febrero de 2009

Escuelas y la reestructuración de la educación

El autor plantea que es necesario ampliar el concepto de alfabetización tradicional y modificar los conceptos de alfabetismos múltiples, de medios, de ordenador, visuales. Todos vistos desde una perspectiva crítica que permita mirar los pros y los contras y utilizarlos para la adquisición de conocimiento y de buenos aprendizajes. Es necesario entonces que hayan cambios en la educación, en el rol del docente, en el rol del estudiante, pero también y muy importante que hayan cambios en las voluntades políticas de los gobernantes de los países para que todos los jóvenes accedan al uso del computador y por tanto tengan acceso a la red, es necesario entonces que haya destinación de recursos pero también voluntades políticas que destinen más rubros para la educación y menos para la guerra.

El papel de las instituciones educativas escolares y universitarias es crucial en estos momentos pues son estas las encargadas de llevar a los individuos a la sociedad, de prepararlos para la sociedad del conocimiento y de la información. Hoy es necesario pensar los desafíos de la escuela pero también es necesario que las políticas que determinan el actuar y el proceder de las mismas cambie conforme se van presentando los cambios de la sociedad pero tras haber unas reflexiones filosóficas del papel de la educación. Douglas Kellner en su texto revolución tecnológica, alfabetismos múltiples y la reestructuración de la educación, manifiesta que “Esta revolución tecnológica se interpreta a menudo como el inicio de una sociedad del conocimiento de la información, por lo que adscribe a la educación un papel fundamental en todos los aspectos de la vida. Plantean tremendos desafíos a los educadores, para que repiensen sus dogmas básicos, desplieguen las nuevas tecnologías de formas creativas y productivas y reestructuren la escolarización, de modo que se pueda responder de un modo constructivo y progresista a los cambios tecnológicos y sociales que estamos experimentando.” Igualmente expresa que: “La actual revolución tecnológica también exige una gran reestructuración de la educación actual, con nuevos currículos, pedagogía, alfabetismos, prácticas y objetivos. Además, la revolución tecnológica de la era actual permite la reconstrucción y la reestructuración radical de la educación y de la sociedad, argumentadas en la era progresista estadounidense por John Dewey y en las décadas de 1960 y 1970 por Iván Ilich, Paolo Freire y otros que propugnaron la reforma radical educativa y social”. “Las demandas de la nueva economía global, la cultura y la política exigen una ciudadanía más informada, participativa y activa, todo lo cual plantea crecientes papeles y desafíos para la educación”. El reto para la educación es grande, pero no imposible y se hace necesario aunar esfuerzos de todos los actores del proceso educativo desde los gobernantes hasta los padres de familia para que la educación logre su cometido en tantos educandos y llevarles a desenvolverse con claridad y propugnando valores democráticos para nuestra sociedad. Este proceso debe velar por llevar educación a todos, teniendo en cuenta las actuales necesidades sobre repensar muchos conceptos como el de alfabetismos. Kellner expresa que “al introducir los nuevos alfabetismos para capacitar a los individuos y a los grupos tradicionalmente excluidos, la educación puede ser reconstruida para que sea más sensible a los desafíos de una sociedad democrática y multicultural”.

Los cambios que se deben gestar en la escuela deben partir de “…reflexión filosófica sobre los fines y propósitos de la educación, sobre lo que estamos haciendo y tratando de conseguir en nuestras prácticas e instituciones educativas” porque como también lo plantea el autor “en la actualidad, sin embargo, las presiones para el cambio proceden directamente de la alta tecnología y de la economía y no de la ideología o de las ideas educativas reformistas, con una nueva economía global y unas nuevas tecnologías que exigen nuevas habilidades, competencias, alfabetismos y prácticas. Aunque esta revolución tecnológica tiene efectos muy ambiguos, plantea a los reformadores educativos el desafío de si la educación será reestructurada para promover la democracia y las necesidades humanas o si será transformada principalmente para servir a las necesidades de las empresas y de la economía global” y esto es tema fuerte para la discusión en educación pues plantea el preguntarnos para qué de la educación, qué objetivos persigue, quién determina esos fines de la educación y verdaderamente que tipo de sujeto se desea formar. Kellner dice respecto a esto que: “Una reconstrucción progresista de la educación animaría a que se hiciera en interés de la democratización, que asegurase el acceso a las nuevas tecnologías para todos, que ayudará a superar la llamada brecha digital y la división entre los que tienen y los que no tienen, de tal modo que la educación se situará al servicio de la democracia y de la justicia social, como propusieron Dewey (1997 [1916]) y Freire (1972, 1999)”.

El texto de Kellner es muy crítico pero aborda también posibles formas de superar las crisis que se presentan actualmente: “Con los recursos, las políticas, las pedagogías y las prácticas adecuadas podemos trabajar para reducir la distancia entre los que tienen y los que no tienen (lamentablemente en aumento), aunque la tecnología, por sí sola, no será suficiente para democratizar y reconstruir adecuadamente la educación. Es decir, la tecnología, por sí misma, no mejora necesariamente la enseñanza y el aprendizaje y, ciertamente, no superará por sí sola las agudas divisiones socioeconómicas. De hecho, si no se cuenta con recursos, pedagogía y prácticas educativas adecuadas, la tecnología podría constituirse en un obstáculo o carga para el verdadero aprendizaje y probablemente no hará sino aumentar, en lugar de superar las divisiones de poder existentes, de capital cultural y de riqueza”.

Retomé muchas frases del texto de Kellner porque es muy diciente en cuanto a la necesidad de ampliar el concepto de alfabetismos y de concebirlos críticamente, al igual que el papel de la educación en toda la revolución tecnológica que se está dando. Este es un texto que deberíamos discutir en las escuelas y que junto con otros tantos debería ser tema de estudio de los dirigentes y encargados de las promulgar leyes y destinar recursos. Y termino con esto: “Una teoría crítica, sin embargo, también considera como se puede utilizar la tecnología, quizá rediseñada y reestructurada, para propósitos positivos como la intensificación de la educación y de la democracia y la superación de la brecha entre los que tienen y los que no tienen, al tiempo que permite a los individuos participar democrática y creativamente en una nueva economía, sociedad y cultura.”


Kellner, D. M. (2004) Revolución tecnológica, alfabetismos múltiples y la reestructuración de la educación. En I. Snyder, Alfabetismos digitales. Comunicación, innovación y educación en la era electrónica (pp. 227-250). Granada, España: Ediciones Aljibe

Alfabetización y Alfabetismos

“Los hombres no se hacen en el silencio,
sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión.

Paulo Freire, Pedagogía del Oprimido.

Una de las aspiraciones más importantes de la humanidad en el siglo pasado fue lograr la alfabetización universal; sin embargo, la meta aun es lejana y ahora se ha pospuesto para el año 2015. Sin duda, los esfuerzos insuficientes y descoordinados de los organismos multinacionales; las políticas e inversiones mezquinas de los gobiernos, las guerras sin sentido, los vaivenes económicos y la magnitud de la tarea son causas evidentes de este aplazamiento. A pesar de este panorama desalentador, los avances iniciales fueron evidentes, para 1950 se estimaba que la mitad o más de la población mundial adulta era analfabeta; en el 2000 se estimaba que el índice era del 20%.

El concepto inicial de alfabetización básica se refería a la habilidad para satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje y para continuar aprendiendo a lo largo de toda la vida. Pero este propósito se ve desdibujado con los millones de niños, jóvenes y adultos que continúan por fuera del sistema escolar; aun más preocupante es que esta situación esté asociada con el mapa de la pobreza en el mundo y tenga rostro de mujer en una gran proporción. Son estas personas las que están incapacitadas para realizar tareas elementales relacionadas con la comunicación escrita quienes se verán excluidas de cualquier posibilidad de acceder al conocimiento o de participar de manera crítica en las decisiones de sus comunidades.

Ahora, para completar, debido a las exigencias del mundo actual que se lee y se escribe hasta en las acciones más simples de la vida cotidiana, aquellos que se consideraban alfabetizados hasta hace algún tiempo, se enfrentan a nuevos retos cuando se les exige que además de saber leer y escribir, usen ese conocimiento manera crítica, significativa y activa. Surge así una nueva forma de analfabetismo funcional relacionada con la incapacidad para comprender y usar el flujo de información y conocimiento que circula a través de las redes, las antenas, los cables y los satélites sin que por esto hayan disminuido la pobreza, el desempleo, el hambre y la miseria, incluso en los países desarrollados.

Esta distancia entre los que tienen y los que no tienen, entre los que saben y los que no se encuentra en un momento crucial por las por las posibilidades de desarrollo y aplicación que abren las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Estamos en una encrucijada, de conservarse la tendencia actual la polarización entre razas y géneros será remplazada por la polarización entre clases sociales y nivel educativo.

El acceso a los medios tecnológicos incidirá notablemente en las nuevas formas de alfabetización relacionadas con las formas de comunicación digital. Por esto, mientras la mayoría de la población mundial no tenga siquiera acceso a usos básicos de la alfabetización relacionados con la Internet como el correo electrónico, los grupo de discusión o la mensajería instantánea durante su comunicación cotidiana, cualquier esfuerzo será en vano y se convertirá simplemente en una excusa para justificar la permanencia de grandes masas de la población en la pobreza y la ignorancia.

Será entonces responsabilidad de los estados y de la humanidad en general, tan preocupada en esta época por el respeto de los Derechos Humanos, el garantizar en igualdad de condiciones el acceso a educación de calidad para los sectores de la población excluidos de los bienes de consumo; especialmente aquellos relacionados con el mundo de las NTIC. Más que una decisión o esfuerzo individual, se hacen necesarios esfuerzos sostenidos para evitar que se repitan los errores del pasado en programas de alfabetización cargados del fardo de la burocracia y que han desconocido la realidad social y cultural de las comunidades donde están inmersos, viven y sueñan los individuos que pretenden ser liberados de sus condiciones de miseria y exclusión.

Este esfuerzo, requiere de unas precisiones iniciales que ayuden a construir un marco de referencia para el concepto de alfabetización digital. En principio, es necesario comprender que ésta se refiere a algo más que aprender a usar las computadoras para escribir textos, enviar correos o navegar en la Internet. La alfabetización digital se relaciona con la capacidad de las personas para participar en diferentes contextos comunicativos, sociales y culturales como sujetos activos y críticos.

Para esto es necesario comprender que los contenidos digitales están en constante cambio y transformación, tanto en sus contenidos como en sus usos. Por eso, siempre se estará en constante proceso de aprendizaje, las diferencias entre alfabetizados y analfabetos estará sólo dada por las circunstancias o la naturaleza de la tarea. De igual manera, será preciso hablar de alfabetismos múltiples más de que de alfabetización básica porque debido al ritmo acelerado de los avances y cambios en los programas, usos y aplicaciones sería imposible tener un conocimiento terminado de las formas de comunicación relacionadas con el mundo digital. La alfabetización digital exige contemplar otras formas de participación y construcción de significado que van más allá de saber usar un computador o estar en capacidad de leer y escribir un texto.

La alfabetización digital debe ser pensada entonces como un conjunto de prácticas comunicativas y significativas, mediadas por el uso de las computadoras y potenciadas por el acceso a la Internet que inciden de manera favorable en la comprensión y transformación de la realidad que viven los sujetos que aprenden en sus comunidades. Así, se espera que las personas que aprenden puedan participar y construir nuevos escenarios comunicativos, donde hagan sentir su voz y digan su propia palabra.

Walter Zapata
Estudiante de la Maestría en Educación,Sexta Cohorte.
Facultad de Educación, Universidad de Antioquia.

9 de febrero de 2009

domingo, 8 de febrero de 2009

Competencias para estar en la Red

El contenido curricular del área de tecnología e informática en las instituciones se debe renovar e incluir, como tema de estudio y análisis en el aula y en la comunidad educativa, las competencias y las estrategias de búsqueda y navegación por la red, así como cierto grado de adopción crítica respecto de lo que encuentran y no encuentran mientras que exploran la red. En wikipedia es entendida la competencia como un saber hacer en situaciones concretas que requieren la aplicación creativa, flexible y responsable de conocimientos, habilidades y actitudes. El Ministerio de Educación Nacional dice: “...Las competencias se definen en términos de ‘las capacidades con que un sujeto cuenta para...’ o como ‘la capacidad que tiene el sujeto para saber hacer’. La competencia es la capacidad de hacer uso de lo aprendido de manera adecuada y creativa en la solución de problemas y en la construcción de situaciones nuevas en un contexto con sentido…”[i] Por tanto se hace necesario que los estudiantes adquieran las competencias necesarias para ‘estar’ en la red y ser parte de todo lo que ello implica. Woodruffe (1992) define competencia como un conjunto de patrones o pautas de conducta necesarias para desempeñar tareas y funciones laborales de forma eficaz[ii] lo cual se aplicaría tanto para estudiantes como para docentes.

Los estudiantes deben conocer que los enlaces no son simplemente herramientas de navegación, si no formas de transmitir significados. Son cambios necesarios en la transformación de la escuela como formadora de individuos críticos en la sociedad de la información. Los docentes deben ser formados teniendo claro estas competencias para navegar en la red y poder transmitir estos conocimientos a los estudiantes.

Hasta hace poco consideraba lo que expresa el autor de algunos usuarios, que los enlaces son atajos para moverse por la red como si se tratara de “agujeros para gusanos” y esa concepción viene porque no se nos ha formado en estas competencias o como docentes no hemos querido actualizarnos y tener en cuenta estas estrategias.

Un aspecto importante del porque incluir esta temática en las aulas de clase lo presenta Burbules en su texto “la red como un lugar retórico”, cuando menciona que hay actividades que implican cuestionar e interrogar críticamente los enlaces y resistirse a las asociaciones que nos invitan a establecer sin pensar porque cuando se hace esto, surgen nuevas posibilidades, no sólo para evitar la manipulación o para ser dirigidos hacia conexiones que insinúan relaciones significativas, sin discutirlas, sino también para forjarnos comprensiones más dinámicas y creativas sobre el material que encontramos. A esto el autor le llama híperlectura crítica, la cual crea espacio para nuevas formas de interpretar los enlaces que encuentran los usuarios. Señala que la híperlectura crítica son las formas en que hay que escudriñar críticamente los enlaces existentes en las páginas web, abriéndonos a interpretaciones alternativas. Los estudiantes están conectándose a intenet cada vez más, bien sea para buscar tareas y establecer nuevos aprendizajes o solo para buscar un “lugar” donde asociarse con otras personas, pero sea cual fuere el interés, toda persona debe tener una actitud crítica hacia los enlaces para que aquello que desea en la red sea lo que encuentra. Pero, a diferencia de una biblioteca, un mercado o un aula, la red también es un lugar al que acude la gente para estar con otra gente. Esos encuentros no siempre son fáciles o agradables, claro está. Como sucede con cualquier otro lugar público, la red puede ser un lugar de conflicto, hostigamiento, delincuencia, brutalidad y compañía no deseada y para estar en la red debemos tener unos conocimientos de convivencia así como los tenemos para estar en otros lugares.

Todos los nuevos conocimientos deben tener elementos de la experiencia o de la vida cotidiana con los cuales relacionarlos para afianzarlos y darles significado. Los mapas conceptuales se identifican con los enlaces, por tanto son temas muy próximos y no resultan aisladas las clases de estrategias de búsqueda y exploración de la red por cuanto hay conceptos con los cuales relacionarlas aunque no se cuente en determinados momentos con equipos o no se esté navegando o no se tenga conexión a internet y la práctica sea después. Habitualmente, esos mapas tienen una forma de red, por lo que parecen tener una cierta afinidad con los enlaces que constituyen la web. Todos los planteamientos están dados para que en cualquier lugar se trabajen las competencias para “estar en la red”



[i] Finalidades y alcances del Decreto 230 del 11 de febrero de 2002, Currículo, Evaluación y Promoción

de los Educandos, y Evaluación Institucional. MEN, Serie Documentos Especiales.

[ii] Competencias deseables de un docente universitario en el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en http://www.colombiaaprende.edu.co/html/mediateca/1607/articles-73978_archivo.pdf